Los zapatos del Product Owner

Para mí el Product Owner, o más en general el cliente (de un producto de software o de lo que sea) de toda la vida, es como un comprador de zapatos.

Si compra calzado a diez euros, ya está asumiendo el riesgo (y por tanto luego no debería quejarse) de que le duelan los pies.

Si en cambio se puede permitir unos zapatos a medida, es muy probable que su nivel de exigencia sea muy elevado.

Entre medio, tendremos a la mayoría de compradores de zapatos, es decir todos los que quieren estar bastante cómodos sin llegar a gastarse una fortuna.

Estos clientes suelen preocuparse del coste del calzado elegido (e ir a buscarlo a la tienda que lo vende al precio más conveniente) sólo después de haberse asegurado de que cumple con unos requisitos mínimos de calidad y comodidad. Dicho de otra manera, estos clientes no están dispuestos a aceptar que les duelan los pies.

Me pregunto, pues, por qué en el mundo del software hay tantos product owners dispuestos a asumir el riesgo de acabar en la consulta del podólogo cuando ya es demasiado tarde, para que se les diga lo obvio…

Apostilla. Por otro lado, los productores/proveídores de zapatos que dañan los pies tampoco deberían sentirse muy orgullosos del resultado de su trabajo…

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